La crisis del COVID-19 redefinió de algún modo las prácticas de las organizaciones vinculadas al desarrollo del software. En este contexto, las empresas se vieron forzadas a acelerar sus procesos de transformación digital y flexibilizar la cultura laboral para que sus empleados puedan trabajar a distancia. Al mismo tiempo, la demanda insatisfecha de talento, la necesidad de enfrentar la deserción de profesionales y la globalización del trabajo en software, llevó a las empresas a ser más resilientes y adaptarse al nuevo contexto. En este artículo se analizan algunos desafíos que tendrán los servicios informáticos en Argentina de cara al futuro.